Rousseau – ¿Filósofo Sabio y Necio?

Autor: Roger Oliver

Las ideas de Rousseau flotan en el aire sin ser percibidas y el pueblo las acepta como si fuera la sabiduría de los siglos. Afecta nuestras ideas acerca de la naturaleza de nuestros niños, la economía y el gobierno y la romántica interpretación de los antiguos Aztecas. La élite de México está demasiado enamorada con las ideas de Rousseau. Este dicho acerca de la igualdad suena bien pero ¿es cierto?

Pienso mejor buscar un texto bíblico como Proverbios 30:7-9.

»Sólo dos cosas te pido, Señor;
no me las niegues antes de que muera:
⁸ Aleja de mí la falsedad y la mentira;
no me des pobreza ni riquezas
sino sólo el pan de cada día.
⁹ Porque teniendo mucho, podría desconocerte
y decir: “¿Y quién es el Señor?”
Y teniendo poco, podría llegar a robar
y deshonrar así el nombre de mi Dios.

Anota que el dicho no dice nada de la obligación de cuidar a los necesitados. ¿No mejor el ejemplo que dio Jesús del buen samaritano en Lucas 10:25-37? La parábola del buen samaritano está basada en la Ley de Dios, p.ej. Levítico 19:10 que obliga el cuidado de los necesitados, “No rebusquen hasta el último racimo de sus viñas, ni recojan las uvas que se hayan caído. Déjenlas para los pobres y los extranjeros. Yo soy el Señor su Dios.”

Rousseau era un pensador profundo que cometía grandes errores porque no empezó con la Biblia como su punto de partida. Odiaba a Dios y su Ley, la ética/moral cristiana. Este dicho acerca de la igualdad está basada es su antropología y su concepto de los orígenes: que el hombre primitivo vivía en una utopía en que no había matrimonio, leyes, ética, moral, ni propiedad privada. El dicho está basada en esta idea, que todos en este utopía podían cosechar lo que quería cuando tenía hambre sin ser dueño de nada. Opinaba que la fuente de todo el mal era el concepto de propiedad privada, de ser dueño de algo, y la ética y moral sexual del matrimonio que está relacionada con la propiedad privada. Para colectivizar la propiedad se tiene que deshacer el matrimonio y la familia. Tres pilares del socialismo moderno: No hay Dios, No hay propiedad privada, No hay matrimonio.

Anota bien lo que Rousseau enseñaba acerca del problema del ser humano, la Ley de Dios y la ética/moral que implica. El problema con el ser humano es su ambiente, la sociedad que ha desarrollado con sus convenciones de propiedad privada, el matrimonio y la familia. Según la Biblia el problema del ser humano es el pecado: es adentro no afuera, es quien es no su ambiente, es rebelión contra Dios y su Ley, no como dice Rousseau que la ética bíblica es la fuente del mal en el mundo.

Según Rousseau, el hombre primitivo tenía sexo con quien quería cuando quería sin obligaciones ni responsabilidades. Rousseau vivía según esta filosofía y la usaba para seducir a un sinfín de mujeres. “Señora, déjanos regresar a nuestros orígenes y vivir la libertad sexual como es natural y debido.” Siempre aseguraba la muerte de los bebés que engendró.

Las ideas de Rousseau han generado todo tipo de mal en el mundo moderno. Sembró las semillas del Romanticismo, el nacionalismo popular, la sangrienta revolución francesa, el totalitarismo, Marx, Nietzsche, Freud, Darwin y Margaret Mead, la antropología moderna que es el opuesto de la antropología bíblica, la revolución sexual y la disolución de la familia – todo marcado con esta característica de Rousseau, genio con error. Todo es una ficción poderosa que apela a nuestra naturaleza pecaminosa.[1]

En fin, el dicho suena bien pero es profundamente maligno. La Biblia enseña que fuimos hechos en la imagen y semejanza de Dios, hombre y mujer y que los dos llegaron a ser una sola carne. Dios es dueño de todo y delegó la responsabilidad por el dominio a las familias que es la base para nuestros conceptos de la propiedad privada. Este dicho acerca de la igualdad es un argumento sutil para la anarquía seguida por el colectivismo. Reemplaza la libertad dentro la Ley de Dios con el libertinaje. Es revolucionario y directo del infierno.

Curiosamente la anarquía implicada siempre produce tiranía. Pero así son las consecuencias de rechazar la Ley de Dios. No tenemos la opción de elegir entre tener o no tener leyes, sólo podemos escoger cuáles leyes y quién las pone. Si no las de Dios serán las del hombre y las del hombre siempre son injustas y prometan la salvación por ley. No hay misericordia ni gracia en los sistemas del hombre, sólo esclavitud.

Hablando de ser o no ser dueño de otros o de tener que venderse a otros, una consecuencia de estas ideas es que todavía hay esclavitud pero sólo el estado está permitido tenerlos. Tenemos cárceles llenas de gente que no ha cometido un delito que merece tiempo en la cárcel mientras los homicidas, secuestradores, violadores, criminales de los carteles y políticos corruptos andan libres.

En la Biblia, la igualdad es igualdad bajo la ley no de recursos o ingresos. La igualdad bíblica es el juicio justo sin parcialidad ni para los pobres ni para los ricos. Levítico 19:15. Según la Ley de Dios está permitida para uno en dificultades económicas vender sus servicios a otro que puede ayudarle. Era limitado a un máximo de 6 años. La idea era proveer para los en necesidad en una manera digna y además enseñarles como mejor manejar sus vidas.

La Biblia es un libro para toda la vida. Cualquier parte de nuestras vidas que dejamos fuera del alcance de la Biblia se va a llenar con otra literatura. Escucho a muchos cristianos citar 1 Tesalonicenses 5:21 como su pretexto para aceptar unas de estas ideas de Rousseau y otros filósofos humanistas porque suenan bien, “sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno.” Mi pregunta es siempre, ¿según cuál norma? El texto sigue en versículo 22 con esta admonición, “eviten toda clase de mal.” ¿Cómo discernir el bien del mal? La definición en la Biblia es la sabiduría que empieza con el temor del Señor. Si el principio de toda sabiduría/conocimiento es el temor del Señor todo dicho por Rousseau es necedad y no digno de la consideración del cristiano.