VISIÓN AMÉRICA LATINA

Construyendo los cimientos intelectuales para la futura civilización cristiana.

Honores a la Bandera Nacional – ¿Palabras Inocuas?

Por Roger Oliver

“Temerás al Señor tu Dios; Le servirás, te allegarás a Él y sólo en Su nombre jurarás.” Deuteronomio 10:20

“También han oído que se dijo a los antepasados: ‘NO JURARAS FALSAMENTE, SINO QUE CUMPLIRAS TUS JURAMENTOS AL SEÑOR.’  “Pero Yo les digo: no juren de ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de Sus pies; ni por Jerusalén, porque es LA CIUDAD DEL GRAN REY.  “Ni jurarás por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro ni un solo cabello.  “Antes bien, sea el hablar de ustedes: ‘Sí, sí’ o ‘No, no’; porque lo que es más de esto, procede del maligno. Mateo 5:33-37

“Por tanto, cuando me propuse esto, ¿acaso obré precipitadamente? O lo que me propongo, ¿me lo propongo conforme a la carne, para que en mí haya al mismo tiempo el sí, sí, y el no, no? Pero como Dios es fiel, nuestra palabra a ustedes no es sí y no.     Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús, que fue predicado entre ustedes por nosotros, por mí, Silvano y Timoteo, no fue sí y no, sino que ha sido sí en El. Pues tantas como sean las promesas de Dios, en El todas son sí. Por eso también por medio de Él, es nuestro Amén (así sea), para la gloria de Dios por medio de nosotros.” 2 Corintios 1:17-20

“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro.” Mateo 6:24

¿Son sólo palabras el juramento a la bandera nacional?

¡Bandera de México!,
legado de nuestros héroes
símbolo de la unidad
de nuestros padres
y de nuestros hermanos,
te prometemos ser siempre fieles
a los principios de libertad y justicia
que hacen de nuestra Patria
la nación independiente,
humana y generosa
a la que entregamos nuestra existencia.

¿Dónde está Dios en estas palabras? ¿A esto entregamos nuestra existencia? ¿Qué opina Dios? Es un juramento de pacto con algo que no es Dios y una violación del primer mandamiento, “No tendrás dioses ajenos delante de mí.”

“Pero,” se dice, “son sólo palabras.” ¿Qué piensa Dios de esta actitud? Que tu sí sea sí y tu no, no. Si no tomas en serio tus juramentos, ¿son confiables tus votos de matrimonio? ¿Tus promesas de pagar a tiempo o cumplir un contrato?

¿Y qué de Romanos 13:1-7? “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.” Primero, ¿dónde en este pasaje dice que la sumisión a la autoridad civil establecida por Dios incluye un juramento de pacto a la bandera nacional? Segundo, ¿cuál es el papel del gobierno civil según este pasaje? Es servidor de Dios para nuestro bien. ¿Cómo? Por medio de castigar al que hace lo malo. (Romanos 13:4). Pedro dice que Dios envía o comisiona el magistrado civil para castigar a los que hacen el mal y reconocer a los que hacen el bien. (1 Pedro 2:13, 14) ¿Un gobierno que pone leyes que son abominación a Dios es siervo de Dios? ¿Un gobierno que demanda el homenaje que pertenece a Dios es siervo de Dios?

Pablo nos exhorta a orar por los magistrados en 1 Timoteo 2:2. ¿Para qué? ¿Para tener éxito en todo lo que quieren hacer? ¡No! Oramos por ellos para tener paz y tranquilidad y llevar una vida piadosa y digna. ¿Tenemos seguridad, paz y tranquilidad bajo el pacto con el Estado mesiánico? Esta exhortación era una ofensa a los magistrados en el imperio romano. Si el César es un dios, no oras por él, oras a él. ¿A esto entregamos nuestra existencia? ¿Son palabras inocuas?

¿No dijo Jesús de dar a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios? Primero, ¿Jesús está cancelando el primero y segundo mandamientos? No tendrás otros dioses delante de mí. No te harás imagen de ninguna semejanza. Además de la imagen de César, la moneda tenía una inscripción, “César, hijo de Dios.” ¿Es César hijo de Dios? El pueblo había hecho un pacto con César. Vivir bajo esta tiranía era juicio de Dios. ¿Quién es el dueño de toda la creación? ¿No es Dios dueño de César? Segundo, ¿por qué contesta así Jesús? Porque eran fariseos y partidarios de Herodes y querían sorprenderle en una palabra. Así contestó Jesús porque conocía su malicia. Tercero, ¿Nuestra lealtad de pacto pertenece a César o a Dios?

¿No es mi deber patriótico participar en los honores a la bandera? Esta pregunta es otra versión de las demás que ya hemos contestado con un detalle importante, la diferencia entre el patriotismo y el nacionalismo. El patriotismo honra a Dios, su Ley y su voluntad para la nación. El nacionalismo honra la soberanía del hombre, sus leyes y sus propósitos sin considerar lo que agrada u ofende a Dios. Según los siguientes versículos, ¿quién es el único soberano sobre la tierra? ¿Dónde está la justificación para el orgullo nacional?

Salmo 24:1, “De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.”

“De uno solo, Dios hizo todas las naciones del mundo para que habitaran sobre toda la superficie de la tierra, habiendo determinado sus tiempos y las fronteras de los lugares donde viven.” Hechos 17:26

Leyendo Daniel 3 me hizo pensar de los honores a la bandera. ¿Qué dirían Sadrac, Mesac y Abed-nego a la pregunta, ¿por qué en el Pierre Viret Learning Center no dan honores a la bandera en la ceremonia de apertura según lo que marca el manual de procedimientos del programa académico que usamos? Adaptando su respuesta a Nabucodonosor,

“No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos de la mano de este gobierno corrupto. Y si no, sepan que no serviremos al dios del estado, ni tampoco hacemos juramentos de pacto a cualquier símbolo o imagen.”

¿Qué pasó con Sadrac, Mesac y Abed-nego? Pasaron por la prueba, Dios los rescató, los hombres violentos del gobierno que les echaron en el horno murieron en la llama y el gobierno terminó glorificando a Dios. Nos preguntamos porque nuestro gobierno corrupto puede blasfemar contra nuestro Dios y porque Dios no ha dado más influencia a la iglesia en la sociedad. Puede ser porque el estado sabe que damos honor a nuestro Dios con los labios, pero seguimos dando honor al dios del estado con nuestras acciones. Seguramente Dios sabe.

Claro, hay banderas en la Biblia, para asamblea sobre la marcha y la organización del ejército en batalla. No hay evidencia de ceremonias de honores a las banderas. Dios es nuestra bandera y escudo. Lo que debe distinguir a una nación sumisa a Dios es su ética según la ley de Dios (Deuteronomio 4:5-8). De hecho, nuestra ética es famosa al nivel mundial. Es el tema de muchos chistes aun en nuestro querido México.

¿Y qué de la ética de los cristianitos? ¿Somos diferentes? Se revela cuando los contratamos. “¡Cuidado con los cristianitos! Te sacarán provecho en el nombre de dios.” Somos hermanos en Cristo. ¿No hablan los inconversos igual del pueblo cristiano? Los chistes de nuestra ética incluyen aún el pueblo cristiano. Un ejemplo.

Hubo un hermano en la iglesia que era carnicero. Otro hermano de la misma iglesia pasó a su carnicería para sus compras y le dice, “Hermano, fíame un kilo de carne.”

El hermano carnicero le responde, “No hermano, no puedo fiarte un kilo de carne.”

“¿Pero por qué? Somos hermanos en Cristo. No tengo para pagarte y debemos cuidarnos los unos a los otros. Por favor.”

“Sí, somos hermanos del Espíritu, pero no de la carne.”

¿Por qué es chistoso? Un buen chiste funciona porque tiene por lo menos un grano de verdad. Implica que el carnicero conocía al manito y sus hábitos en el trato de los demás. ¿Cómo cumplimos con el mandato de amar al prójimo como amamos a nosotros mismos? Según Pablo en Romanos 13:8-10, por medio de cumplir con los mandamientos 6 al 10 en nuestro trato cotidiano a los demás. Lo que distingue el amor cristiano es la ética cristiana.

En el Pierre Viret Learning Center celebramos una ceremonia de apertura cada mañana. Cantamos un himno marcial a Cristo nuestro Rey, recitamos los 10 Mandamientos, enseñamos un rasgo de carácter del cristiano y terminamos con la oración del Señor. El manual de procedimientos del programa académico que usamos requiere que esta ceremonia incluye un juramento a la bandera nacional, a la bandera cristiana y a la Biblia. Hemos visto que la costumbre es incluir la escolta, el juramento a la bandera nacional seguido cantar el himno nacional, un juramento a la bandera cristiana y un juramento a la Biblia.

Observamos que los juramentos a las banderas se contradicen. ¿Cómo podemos jurar entregar nuestra existencia a la bandera nacional y luego jurar nuestra lealtad al Salvador y su reino? ¿Y porque empezar con la bandera nacional? ¿No creemos que Cristo es soberano sobre México como es sobre toda la creación? Acerca del juramento a la Biblia, tampoco lo hacemos. Es hacer del libro un objeto de adoración sin enseñar la ética y juicio que demanda la Palabra/Ley de Dios. Es demasiado similar a los cultos en algunas sinagogas de los judíos mesiánicos. La Tora es parte del culto, pero un objeto para besar y adorar. Convierte la fe cristiana en misticismo mágico en vez de lo que es, ético/judicial. “Hacer justicia y juicio es a Jehová. Más agradable que sacrificio.” Proverbios 21:3

No hay porque preocuparnos que no demos honores a la bandera nacional ni que no cumplimos con la letra de la ley del programa académico en la ceremonia de apertura. Primero, la ley del estado no puede obligarnos a violar nuestra conciencia como personas y como institución privada. Segundo, no es un requisito que puede descalificar el Learning Center de ser una escuela de calidad del programa académico. Hablé con el liderazgo nacional y así me confirmaron. No pueden ni quiere obligarnos a violar nuestra conciencia.

Para los que todavía no están de acuerdo, es la política del Learning Center por las razones trazadas arriba. Si aún no estás convencido, tienes tres opciones: 1. Acepta la política sin murmurar, 2. Trae tu argumento bien pensado en contra a la administración, 3. Amablemente buscar una escuela que cumple con tus expectativas.

“Obedezcan a sus dirigentes y sométanse a ellos, pues cuidan de ustedes como quienes tienen que rendir cuentas. Obedézcanlos a fin de que ellos cumplan su tarea con alegría y sin quejarse, pues el quejarse no les trae ningún provecho. Oren por nosotros, porque estamos seguros de tener la conciencia tranquila y queremos portarnos honradamente en todo.” Hebreos 13:17, 18

[1] Curiosamente el profesor Raúl Bringas Nostti de la UDLA en su libro, Antihistoria de México: ¿Un Pasado sin Héroes, nación ni bandera, (Editorial Planeta Mexicana, México, DF, 2014) llama el himno nacional violento. No comparto la cosmovisión de este señor, pero estoy de acuerdo con su apreciación del himno nacional y de su análisis de la historia de México.

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